El Desafío de Virtualizar la Presencialidad en Tiempo de Confinamiento

Desde que se inició el Convenio UPA-UTEM el Área de Ciencias Sociales y Humanidades es la responsable de desarrollar y llevar a cabo los programas académicos de las carreras de Psicología y Trabajo Social y de las formaciones de postgrado: Magister en Familia, Infancia y Adolescencia y Postítulo de Mediación.

Actualmente quienes cursan las formaciones de pre y postgrado en su mayoría son personas que están en sus últimos semestres y próximos a finalizar sus programas académicos. Son estudiantes que han asumido colaborativamente los cambios en los procesos educativos provocados por el Coronavirus y han podido generar redes de apoyo entre ellos lo que ha sido relevante.

Llevar a cabo el proyecto en este tiempo de crisis ha requerido tener la capacidad de adaptarse dinámicamente al contexto y todo un aprendizaje tanto para el equipo de coordinación como para los docentes.

Fortunato Morales coordinador del Área de Ciencias Sociales y Humanidades destaca: “Hemos buscado soluciones novedosas y experimentales ante el escenario que estamos viviendo. Virtualizar la presencialidad en tiempo de confinamiento requiere de creatividad, más allá de las experiencias previas que cercana o lejanamente podíamos tener en el ámbito académico o profesional. Esto es un ejercicio masivo que requería que las clases tuvieran un componente sincrónico, lograr subjetividad en un aula virtual y conocer a los estudiantes”.

Una muestra de esto es lo sucedido en la carrera de psicología la cual tiene un enfoque transpersonal y que incluye asignaturas que abordan desde distintas dimensiones lo terapéutico. Entre ellas está el ramo de Flores de Bach para el cual tuvieron que desarrollar una serie de adaptaciones que permitieron realizarlo virtualmente. Sin embargo, también implicaba dificultades que sortear como el hecho que para enseñarlo son imprescindibles las esencias florales y era necesario pensar una forma en que los alumnos pudieran contar con ellas.

A esto se sumaba el hecho de que al ser la UTEM una universidad pública todo debía adquirirse través de Mercado Público. “Esto fue inédito porque si bien el Estado había comprado en otras ocasiones Flores de Bach nunca lo había hecho para fines educacionales. Después tuvimos que realizar todo un procedimiento para entregar las flores a los estudiantes y pudieran hacer sus clases. Independiente de las complejidades que tuvo todo este proceso que fue experimental el resultado fue bastante satisfactorio tanto para ellos como para nosotros. No solo pudimos ofrecer a los alumnos esta asignatura, sino que además se hizo de buena manera”, comenta Fortunato Morales.

Francisca González, profesora del ramo destacó que los alumnos fueron muy participativos. Al principio fue más teórico y a medida que avanzaba el curso fueron aplicando con los conocimientos adquiridos. “En las dos últimas solemnes los y las estudiantes tenían que poner en práctica lo aprendido y los resultados fueron muy buenos. Quedé muy contenta porque realmente lograron aprender bien y ellos quedaron conformes con la asignatura. También tuvimos espacios de autocuidado en la clase para que pudieran ir compartiendo lo que iban sintiendo ya que iban experimentado cambios con las flores de Bach”.

Con el sello de la Educación Pública

Para el Convenio UPA-UTEM uno de los principales compromisos es poder entregar a los estudiantes una educación lo más integral posible considerando los recursos existentes y la situación actual de pandemia. Esto ha estado presente en el trabajo desarrollado por las distintas áreas académicas.

Ha sido un proceso con un importante grado de complejidad por lo que significó asumir una universidad que estaba cerrada y generar las condiciones necesarias para que los alumnos y alumnas pudieran continuar sus estudios.

Al respecto Fortunato Morales explica: “Hemos trabajado en proporcionar un espacio educativo que haga cumplir la promesa que estableció el Convenio y hemos intentado incorporar la dimensión de lo que significa integrarse a la educación pública y a una universidad pública que establece ciertos valores. Esto de alguna manera tiene que ver con el ejercicio de la democracia y si bien eso no es un absoluto es una guía de trabajo que nos permite trazar un horizonte para contribuir en un espacio en el cual hubo un quiebre de una institución privada y cómo el Estado se puede hacer cargo de esa situación”.

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