Cada vez existe más conciencia a nivel mundial de la necesidad de tener un equilibrio entre el crecimiento económico, el bienestar social y la preservación del medio ambiente. Desde hace unas décadas, distintos actores sociales, gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil y líderes de distintos países vienen trabajando en ello.
Al respecto, entrevistamos a Carlos Escobar, ingeniero agrónomo y Coordinador del Área de Agropecuaria y Veterinaria del Convenio UPA-UTEM, quien se refirió al aporte que puede realizar el ámbito agropecuario en esta materia y su importancia.
¿Qué se entiende por desarrollo sostenible?
Es el desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de poder hacerlo. Durante largo tiempo de la humanidad, existió un período denominado holoceno, en el cual, los parámetros climáticos se mantuvieron estables dentro de ciertos rangos, lo que permitió la evolución del ser humano, pasó de nómade a sedentario, estableció cultivos y se pudieron desarrollar sociedades más complejas.
Después vino un período denominado Antropoceno, en el que la acción del hombre tiene un efecto preponderante, afectando las condiciones del clima. Este período coincide con la Revolución Industrial.
En este sentido, el desarrollo sostenible considera tres ejes: el económico, social y ambiental. Concepto que surge con fuerza a partir de los años 80, ya que, con anterioridad, estos ámbitos se consideraban por separado. Con el mayor conocimiento y evolución de está temática se pudo verificar que están directamente relacionados. Los aspectos económicos, sociales y ambientales son importantes en la misma proporción.
La Organización de Naciones Unidas, ONU, y sus países miembros establecieron hace algunos años 169 metas que se tradujeron en 17 objetivos de desarrollo sostenible, relacionados con estos tres ejes. Esto, debido a que es muy importante para la humanidad y para el planeta el compromiso de los gobiernos y la sociedad en su conjunto con el propósito de ir avanzando en acciones concretas.
¿Cuál es la importancia de tender hacia un desarrollo sostenible?
La pandemia nos evidenció que existen sectores muy importantes en la sociedad, como el ámbito de la salud y el rol fundamental que han tenido quienes trabajan en él. Otro sector que no se detuvo y no puede hacerlo, es la agricultura, el mundo agropecuario que se dedica a la producción de alimentos.
La población mundial crece constantemente y la presión sobre los recursos naturales es cada vez más intensa, especialmente sobre el suelo y el agua. Ese aumento tampoco ha sido uniforme y hay mucha más población urbana que rural, debido a las migraciones del campo a la ciudad y también por la concentración de habitantes en las urbes. Esto genera una presión adicional en las personas que viven en el ámbito rural, debido a su rol como encargadas de proveer estos cultivos y los productos alimenticios que se generan de ellos.
Actualmente en nuestro país hay 8 regiones en emergencia agrícola debido al déficit de precipitaciones, la falta de agua es un fenómeno que nos afecta a nivel nacional. Este fenómeno de sequía viene desde hace varios años impactando el recurso vital para el consumo directo de las personas, y para la producción agropecuaria, especialmente el riego de cultivos y de plantas que sirven de alimento para los animales.
De esta manera, el cuidado y el uso eficiente del recurso hídrico resultan fundamentes, debido a su enorme impacto sobre la huella hídrica. Un ejemplo de ello: para producir un kilo de trigo, en todo el proceso productivo, se necesitan aproximadamente 1.300 a 1.400 litros de agua, para producir un kilo de carne de cerdo 9.000 litros y de ganado de vacuno 16.000 litros de agua para obtener un kilo de carne.
¿El rol de quienes trabajan en el ámbito agropecuario?
En consecuencia, los profesionales que se desempeñan en este rubro tienen importantes desafíos: Resulta primordial el uso eficiente del agua y ejecutar adecuadamente los procesos de fertilización para no contaminarla. La clave es llegar a niveles productivos altos en una misma superficie, ya que existe una población creciente en el mundo que requiere alimentarse, y a su vez, cuidar los recursos naturales y no sobreexplotarlos, con el objetivo de preservar el medio ambiente y la capacidad productiva que tienen estos territorios a largo plazo.
En los tiempos que vivimos, es cada vez más necesario que los futuros profesionales del ámbito agropecuario cuenten con conocimientos en esta materia. Lo que está presente en la formación que entregamos a las y los estudiantes en las carreras de Agronomía y Medicina Veterinaria del Convenio UPA-UTEM. Está temática está incorporada de manera transversal en sus planes de estudios como sello distintivo, a la que se incorporan asignaturas de profundización, las cuales ya se dictaban desde hace una década, periodo en que pertenecían a la Universidad del Pacífico.
Entre las asignaturas de profundización que refuerzan el conocimiento en materia de desarrollo agropecuario sostenible, podemos destacar: Evaluación de Impacto Ambiental y Gestión Medioambiental, las que, en el marco del Convenio, siguen siendo cursadas por estudiantes del Área y concitando gran interés por parte del alumnado.
Un desafío importante de quienes se están formando, tiene que ver con, hacer frente a las condiciones de cambio climático inminente y propender a que la forma de llevar a cabo los procesos productivos considere el desarrollo sostenible, que las personas puedan mejorar su calidad de vida y alimentarse, sin generar un efecto nocivo sobre el medio ambiente y/o un deterioro irreversible.