La importancia de formar estudiantes que contribuyan al proceso de mejora continua en la salud

José Miguel Castro Rojas, docente del Área de Salud del Convenio UPA-UTEM. Es enfermero clínico y actualmente está cursando un Magíster en Educación Superior. En esta columna comparte su experiencia profesional en estos complejos tiempos de pandemia, tanto en la salud pública como profesor de estudiantes que se convertirán en enfermeras y enfermeros en un futuro próximo.


Mi experiencia profesional comienza en el Hospital de La Florida, donde durante 3 años trabajé en el servicio crítico adulto (UCI-UTI) y me especialicé en cuidado intensivo de pacientes.  A fines del 2019 me integré al Hospital Metropolitano (ex Félix Bulnes) que actualmente es centro referencia COVID. Junto al equipo armamos la primera UCI y quedé a cargo de la supervisión clínica, en tiempos difíciles. Debido a la falta de personal experto y de cargos públicos, se tuvo que comenzar a seleccionar y dar la oportunidad a colegas enfermeros que no tenían experiencia.

Esto fue complejo, ya que el manejo de los pacientes críticos no era el más óptimo. Sin embargo, se tuvo que avanzar en una especie de ensayo y error, hasta que el equipo se afiató y logro cumplir con los estándares mínimos requeridos. Un desafío que llevó a extremar recursos humanos, insumos y más.

Paralelamente me mantuve como docente en el Convenio UPA-UTEM. En medio de la pandemia me hice cargo de la asignatura de Gestión del Cuidado Médico- quirúrgico, dirigido a estudiantes de enfermería de tercer año. Me encontré con personas que tenían muchas ganas de seguir aprendiendo y avanzando para cumplir sus sueños.

Ser profesor ha sido un desafío que no dude en tomar, ya que con mi experiencia en el ámbito clínico considero que un punto de cambio está en la formación de estudiantes empáticos, con pensamiento crítico, con alto grado de conocimientos teóricos y muy humanos que puedan aportar en proceso de mejora continua en la salud.

En la actualidad decidí dedicarme al 100 % a la docencia e inicié el Magister en Educación, con mención en Educación Superior. Mi interés es especializarme en este ámbito y con ello poder extrapolar todo el conocimiento hacia mis estudiantes, quienes confían en su formación y en sus docentes.

En estos 2 años en el Convenio he aprendido a conocer a mis alumnas y alumnos, hemos podido trabajar en virtud a los objetivos académicos y lograr que no solo se transformen en profesionales por su título, sino que desde antes, ya que este proceso no solo es académico, también es de vida.  Para mí ha sido muy enriquecedor y un privilegio poder ser parte de este gran equipo, liderado por María José Catalán, ya que pese a las dificultades de la pandemia, hemos ido fortaleciéndonos día a día, cumpliendo a cabalidad con las expectativas de nuestras y nuestros estudiantes.

Antes del cierre de la UPA fui docente en esta universidad, supervisaba prácticas clínicas en el Hospital de Melipilla y tuve la posibilidad de ver el esfuerzo que hacían para cumplir sus sueños. Considero valoran la formación recibida en el Convenio y están integrando los aprendizajes para convertirse en nuestros futuros profesionales, que nos van a empapar de humanidad, calidad, pensamiento crítico y mucha felicidad.

Formar profesionales de la salud que trabajen en unidades de pacientes críticos se hace muy importante a causa del COVID que ha producido una sobrecarga importante en quienes trabajan en salud. Esto ha abierto oportunidades a profesionales sin experiencia, lo cual me parece muy atingente. Sin embargo, el proceso de formación de personal UCI es el que tarda más tiempo, mínimo requeriría unos 3 meses en orientación y capacitaciones continuas para entregar cuidados de calidad. Es por eso que se hace imprescindible entregar todos esos conocimientos y experiencias a nuestras y nuestros estudiantes, ya que el contexto de crisis sanitaria transformó todo el esquema estructural, de procesos y resultados en los servicios críticos.

La pandemia cambió el enfoque tanto de la salud como de la docencia, y ha requerido de la adaptación, flexibilidad y capacidad de desarrollar diferentes recursos y herramientas de quienes trabajamos en este ámbito y de quienes están llevando a cabo sus procesos académicos en este contexto de tanta complejidad.

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