¿Dónde están los psicólogos?

Daniel Morales Vásquez, docente del Área de Ciencias Sociales y Humanidades del Convenio UPA-UTEM. Es Psicólogo, Magíster mención en Psicología Clínica. En esta columna comparte su visión respecto a la presencia de los profesionales de la Psicología en espacios públicos.


Un problema de la psicología o, más bien, de quienes la practicamos, en cualquiera de sus vertientes, es que le cuesta salir del box de atención. El psicólogo y la psicóloga, es un sujeto más bien enfocado al mundo y/o los espacios internos. Me refiero al plano de lo público; es decir, no participa mayormente del debate público, no está comentando la agenda noticiosa referente a los temas que involucran a la sociedad en su conjunto.

Hay una palmaria crisis de salud mental en Chile y, salvo excepciones, los profesionales de la psicología no han aparecido. Vemos que el gremio médico lleva la batuta, principalmente psiquiatras y, luego, neurólogos, y ellos son panelistas permanentes en programas de televisión magazinesco o de especialidad en la televisión, en las radios o, inclusive, en los espacios de opinión en los diarios.

Estamos en medio del proceso político más importante de la historia de Chile luego de su lucha por la independencia y… nada. Nada de nada. Por ahí, en el primer año luego del estallido hubo un psicólogo que logró ganarse un espacio en los medios y que no logró ser constituyente, sin embargo, su mirada venía más desde un enfoque salubrista que desde la psicología.

¿Y dónde están los psicólogos?

La verdad es que no sé. Una forma de responder es pensar que están dedicados a atender a pacientes en sus consultas o en la atención pública en consultorios y hospitales, concentrados en sus trabajos, muy importante, por cierto, más aún en tiempos de pandemia donde el trabajo terapéutico y la contención de pacientes ha sido de una gran complejidad. La mayoría no está centrada en lo público.

Suena a problema de formación: los psicólogos, en su génesis, estamos formados para trabajar atendiendo pacientes en consulta. Más allá de la gran diversificación que la profesión ha experimentado, su fundamento está en la atención clínica y eso conlleva, por cierto, trabajar en un espacio limitado de interacción: analista-paciente o psicoterapeuta-cliente, como quieran decirlo. Los psicólogos no nacieron para gestionar, como sí se hace en Trabajo Social o Enfermería, tampoco se involucran en la acción política, como sí lo hacen de manera sistemática en otras profesiones: medicina, derecho, economía, etc. Si hacemos el recuento, encontraremos muy pocos representantes del gremio en la primera línea del poder o de la toma de decisiones pública: Paula Narváez quizás sea la más notoria. Excandidata presidencial y con una larga trayectoria pública. Clarisa Hardy, destacada intelectual, exministra en el primer Gobierno de Michelle Bachelet. Hasta ahí llega mi recuento.

Tengo que salir de la política para buscar a algún referente de la psicología que esté involucrado en la agenda de la opinión pública: Constanza Michelson, psicóloga y psicoanalista, participante en distintos paneles de opinión en TV y radio, columnista y escritora, además, cuyos libros trascienden el plano de lo puramente clínico. Es decir, sale de la consulta para aportar desde su formación, una mirada a los temas que nos involucran como sociedad.

En el contexto actual es importante y necesario que organizaciones de profesionales de la psicología, como el Colegio de Psicólogos, tuvieran una presencia pública, haciendo propuestas para mejorar la salud mental en Chile, incidiendo en las políticas públicas y aportando su experiencia. Sin duda queda mucho por hacer en este ámbito.

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